viernes, marzo 31, 2006

Escuchar cómo nos escuchan

Leyendo el blog de Mario Valdivia, encontré un post, que para mí constituye un valioso aporte en mis clases de Liderazgo y Emprendimiento que realizo en la Universidad de Tarapacá a las carreras de Educación Parvularia y Educación Básica.

Una de mis alumnas justamente nos relató en clases que había sido mal interpretada por otra persona, ella le hizo una broma y la otra persona se ofendió, entonces mi alumna me dijo "creo que mi humor es muy sombrío, no es fácil de entender por otros", acerca de lo cual destaqué que ella asume la responsabilidad que le compete al comunicar y no responzabiliza al otro de no "interpretarle bien".

Reproduzco totalmente lo escrito por Mario para compartirlo.

"Nos gusta controlar nuestros cursos de acción. Acostumbramos a hacerlo. Nos gusta asegurarnos de lo que va a ocurrir a partir de nuestras acciones. Creemos que esta es la manera racional de actuar: asegurar el futuro en el presente.

Pero hay algo en esta pretensión que se derrota a si misma. Consideremos nuestras acciones más significativas: nuestras acciones comunicativas, nuestras prácticas de comunicarnos. Casi todo lo que hacemos ocurre mediante estas acciones, es muy poco o muy trivial y poco importante aquello que podemos hacer por nosotros mismos, individualmente considerados. Lo más relevante lo hacemos comunicándonos con otros seres humanos y consiguiendo de alguna manera su colaboración. Podemos decir que conseguimos hacer aquello que conseguimos comunicar.

Ahora bien, una acción comunicativa no es tanto algo que nosotros hacemos cuanto algo que es escuchado por los demás. Hacemos un chiste, nadie se rie; quizás alguien se ofende. Saludamos y alguien estima que es un acto demasiado familiar; otro que es muy formal, otro piensa que en esta situación un saludo no es necesario. Hacemos un pedido y alguien piensa que es un acto demasiado frontal, que lo correcto hubiera sido hacer una sugerencia. Anunciamos que tenemos la intención de hacer algo y varios escuchan que prometimos hacerlo. Decimos que no y alguien escucha que queremos que insistan. Etc. Un chiste, un saludo, un pedido, un anuncio y un no no son actos que yo hago, son actos que quienes me oyen interpretan que yo hice. Y así como yo hago lo que hago, quienes me oyen escuchan lo que escuchan. Y que la comunicación me sirva, que con ella consiga que ocurra lo que quiero, dependerá de lo que interpretan quienes me oyen.

Porque no podemos controlar a otros seres humanos y las interpretaciones que ellos hacen, no podemos controlar nuestras acciones comunicativas. Por eso, tener habilidades comunicativas consiste principalmente en interpretar como somos interpretados, en escuchar como nos escuchan. Y, aunque no podemos controlar nuestras acciones comunicativas, si somos responsables de ellas, porque debemos considerarnos responsables de cómo somos escuchados."


Gracias Mario.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola mami, es muy importante, esencial que las personas sepamos que cada uno es el responsable de lo que comunica o pretende comunicar... si todos lo tuvieran presente serían muy distinta las relaciones humanas...
Yo por aca estoy tratando de que mis compañeras más cercanas se den cuenta de ésto ya que nosotras trabajaremos siempre con otos seres humanos, lo cual es imprescindible saber que no todos estamos en la misma sintonía comunicativa...
bueno besos te quiero y extraño!!!
chauu