sábado, febrero 17, 2007

EDUCACION

Transcribo este interesante artículo que aparece hoy en el diario "La Estrella" de Iquique, escrito por el concejal de esta ciudad Flavio Rossi.

"En educación todo el tiempo se habla de cambios, de reformas, de aggiornamento. Hemos visto como en nuestro país la reforma educacional, tan anhelada, no ha sido capaz de solucionar ningún problema importante de la educación. La revolución de los "pingüinos" debe habernos enseñado algo: la educación es para los niños, pero con los niños. En estos días ha llegado a Buenos Aires un prestigioso pedagogo italiano, Francesco Tonucci "Froto", licenciado en pedagogía en Milán: "Con los ojos de los niños", "Cuando los niños dicen: ¡ Basta¡".
El pedagogo dice que hay que formar buenos maestros. Lo más importante es poner a los alumnos en el centro de la escena y delegarles tareas y derechos en el gobierno estudiantil. Afirma que si los niños participan activamente en la gestión y toma de decisiones de la escuela no se sentirán esclavos, sino libres y este es el objetivo de una escuela democrática.
Los adultos no respetan a los niños, imponen normas y reglas que ellos no reconocen como propias, porque no son tomados en cuenta como si fueran retardados mentales y no participan en las decisiones escolares. La visión que el niño, el adolescente tiene del mundo es tan válida como la del adulto y la complementa. Los chicos no llegan a la escuela con los bolsillos vacíos para que los maestros se los llenen. Traen sus conocimientos para trabajarlos en el aula. El maestro debe percibir esta realidad, retomar lo lúdico que es una forma excelente de enseñar; podemos ver que los niños pueden pasar horas jugando, hasta se olvidan de comer. Hay que trasladar esto a la escuela, hacer que los niños se expresen libremente, muestren y demuestren sus habilidades. Los escolares tienen una inteligencia práctica que, muchas veces no es tomada en cuenta. Dice Francisco Tonucci: "Un niño puede saber desarmar un motor, pero para la escuela no vale nada. Vale sólo si sabe elaborar datos, clasificación que no tiene sentido".
Un buen maestro debe individualizar el bagaje cultural de los alumnos, promover el trabajo grupal, no la competencia; sumando las capacidades de todos conseguiremos resultados imposibles de lograr con el trabajo individual. La escuela trasmisiva supone que el niño no sabe y va a la escuela a aprender. El niño va a la escuela para desarrollar su saber y repito la necesidad de saber latín, educar viene del latín "educo" (ex duco) que significa llevar a la superficie lo que hay adentro. Antonio Gramsci decía, justamente, que el niño va a la escuela para sistematizar la educación que le ha dado la vida, a través de la familia, otros niños y la calle."