Es una palabra que a muchos no les gusta la encuentran fría e impersonal y la asocian solo al mundo de los negocios, ahora si bien es atendible esa apreciación, me pregunto ¿quién no es cliente alguna vez?, podemos no ser padres, podemos no ser hermanos o hermanas podemos no ser esposos o esposas, pero cliente siempre seremos en más de algún momento en nuestra vida y ahí surge lo que me inspira esa palabra: atención, escucha, servicio, cuidado, seducción.
Si instalamos un negocio o empresa y no tenemos clientes no prosperará aunque ofrezcamos el mejor producto o servicio.
Mi cliente en ocasiones puede ser: mi esposo, mis hijos, mi compañero(a) de trabajo, mi jefe(a), mis amigos(as), alumnos(as), en fin todo aquel o aquella a quien en algún momento tenga la oportunidad de servir.