A raíz de que Mario Valdivia inició en su blog la conversación acerca del miedo como una emoción que obstaculiza el aprendizaje surgió ahí que también tenemos miedo de preguntar, antes había leído un post de Mary Sánchez en donde expresa la poca participación de sus alumnos en el proceso de aprendizaje, esto lo observa cuando solicita preguntas o dudas de parte de sus alumnos y solo obtiene de ellos silencio.
Cuando me dí cuenta de que yo misma raras veces preguntaba aún cuando en ocasiones necesitaba hacerlo se me ocurrió escribir este post que espero que nos sirva a muchos y comencemos a entrenarnos en esta práctica que, como dicen los autores del libro que ya citaré, "las preguntas son como faros que brillan en lugares oscuros".
Las preguntas tienen una extraña cualidad: no puedes dejar de responderlas. Te obligan a reflexionar sobre tu experiencia, Incluso si la respuesta es "no sé", para llegar a ella primero has tenido que pensar la pregunta y revisar tu experiencia.