jueves, junio 23, 2005

¿Sabemos escuchar?

Muchas veces sentí que algo no andaba en mi comunicación con los demás, cuando hice el Diploma en Liderazgo Emprendedor, dirigido por el profesor Fernando Flores, Dr. en Filosofía del Lenguaje, caí en cuenta (entre muchas otras cosas) que no sabía escuchar, desde entonces practico este verdadero arte y leo lo que diversos autores publican al respecto por eso quiero compartir con Uds. lo que escribe David Fischman, en su libro “El camino del Líder”:

“Según un estudio de Ralph Nichols, escuchamos solo un 40% de nuestro tiempo…

Existen varios niveles de escucha . En la escucha desconectada nuestro cuerpo está presente, pero nuestra mente no. Claro que damos señales de que estamos escuchando, para no ser descubiertos: “ajá”, “sí”, “claro”, entre otras, pero no escuchamos nada. Estamos en otro lugar del universo.

El siguiente nivel es la escucha competitiva. Mientras escucha a medias, la persona va ideando respuestas lo más rápido posible. Interrumpe constantemente a la persona con quien habla para darle su opinión. En este nivel de escucha no hay interés en escuchar, sino en probarse a sí mismo y a los demás que se es más capaz y competente.

En el tercer nivel, la escucha verbal, la persona presta atención solamente al contenido del discurso, mas deja de lado los mensajes no verbales. Escucha las palabras, pero no distingue la información valiosa derivada de los gestos, tono de voz y postura, entre otros.

Las estadísticas revelan que nuestra comunicación es solo 7% verbal, 38% vocal (tono, volumen, velocidad) y 55% de gestos, posturas y contacto visual. Si solamente escuchamos las palabras, nos perdemos 93% del mensaje.

El último nivel de escucha es la escucha empática, esto es, cuando escuchamos la parte verbal y percibimos la no verbal y las emociones. En este nivel dejamos nuestro ego, tomamos una actitud de servicio y nos ponemos en el lugar de la otra persona."
El escuchar empáticamente a los demás nos abre oportunidades primero de contribuir mejor al bienestar de las personas, podemos mejorar nuestra oferta con lo que obtendremos mejores resultados y : nos abre la posibilidad de innovar.

1 comentario:

Pilar dijo...

En cuanto a las categorías de escuchar, siento que esto es lo más didáctico que he podido leer al respecto ultimamente, curiosamente se podría aplicar en cierta medida a otros órganos sensoriales, como el ver y mirar, sin embargo el mas imperceptible y no menos importante el olfato, no se puede engañar, el olor a la madre se siente o se deja de sentir, es así como nuestro registro de olores, va mucho mas alla de lo imaginable.
Y como prueba, ¿ recuerdas amiga el aroma a café y a galletas que inundaba Valparaiso en las tardes de invierno cuando saliamos del Liceo?.
Felicitaciones por tu blog y gracias por tus cuarenta años de amistad.