Agregando algo mas al concepto de Currículum Oculto y al final una bibliografía.
"Currículum formal -o propuesto- concibe a la planificación del proceso de enseñanza aprendizaje en su estructuración metodológica en cuanto a fines, recursos, técnicas y condiciones contextuales académicas y administrativas."
"Currículum real -o vivido- es la puesta en práctica del currículum formal con las inevitables y necesarias modificaciones que requiere la contrastación y ajuste entre el plan curricular y la realidad del aula."
"Currículum Oculto -o todo lo que existe detrás y en paralelo al proceso pedagógico-, se contrapone a la noción del currículum formal, en razón a que no está contemplado en los planes de estudios ni en la normativa importante del sistema institucional; por el contrario, deriva de ciertas prácticas institucionales que sin embargo, pueden ser tal vez más efectivas para la reproducción de conductas y actitudes."
De acuerdo con las definiciones anteriores, transcribo lo que sigue:
"Frente a este curriculum formal que proponemos difícil por demás de cumplimentar, pero perfectamente coherente, estructurado y a la vez flexible, no debemos olvidar no sólo la existencia del curriculum vivido sino también la presencia del curriculum oculto: "conjunto de normas, costumbres, creencias, lenguaje y símbolos que se manifiestan en la estructura y el funcionamiento de la institución educativa" (Santos, 2002).
"Todo centro escolar es una organización peculiar con una cultura moral propia, en el sentido de que provee a sus miembros de un marco referencial para interpretar y actuar, como conjunto de significados compartidos por los miembros, que va a determinar los valores cívicos y morales qe aprenden los alumnos y alumnas, este conjunto de normas, supuestos tácitos, creencias y valores se manifiestan en diversos rituales regularizados, reflejados normalmente en la cara informal de la organización, del Centro, contribuyendo a socializar a los sujetos." (Bolívar, 1998 en Santos, 2002)
¿Qué sucede al respecto? En la misma medida en que el estudiante se sienta partícipe de la institución, que desarrolle mayores sentimientos de identidad en la misma, se va a ir acercando cada vez más a este sistema de normas y valores implícitos, haciéndolos suyos de manera casi subliminal. Sin embargo, los únicos protagonistas y constructores de esta cultura no son los estudiantes sino que los profesores y las instancias de poder también juegan un papel fundamental en este proceso de formación y transmisión de la identidad cultural de la institución universitaria.
En la actualidad es difícil hallar un docente que no considere importante la formación de valores; sin embargo, la forma en que asuma esta ecuación es bien diversa y controvertida moviéndose desde el relativismo axiológico hasta el ejercicio de la doctrina más estricta.
Se desarrollan entonces una serie de incongruencias: se desea que el futuro profesional sea empático, respetuoso de los derechos del prójimo porque debe contemplarlo como su igual; sin embargo, el profesor desde una posición de superioridad establece un claro distanciamiento que no viene determinado por los diferentes roles que desempeñan. Se aspira a un profesional solidario, que sepa insertarse en grupos multidisciplinarios manejando una comunicación asertiva pero las tareas que se propician en el aula tienen un marcado carácter individualista y competitivo no desarrollando aprendizajes cooperativos… los ejemplos pueden tornarse innarrables por su extensión.
De la misma forma se hayan incidiendo los comportamientos que se manifiestan en el mismo colectivo de profesores porque los alumnos no solamente aprenden de sus profesores sino que aprenden a sus profesores.
Los patrones repetitivos de comportamiento, las normas implícitas, las tradiciones, la comunicación extraverbal, la distribución espacial y del tiempo son factores que se manifiestan de manera continua, casi inconsciente y en la mayoría de las situaciones. En otras palabras, al curriculum oculto le es generalmente intrínseco un alto grado de coherencia de la que, en muchas ocasiones, carece el curriculum formal.
El curriculum oculto actúa en la cotidianidad, por lo que sus contenidos generalmente no son enjuiciados, concientizados entrelazándose en una trama sólida que las personas usualmente no cuestionan.
Sucede algo curioso en este sentido: se evalúa según los objetivos del curriculum formal, en el mejor de los casos se tiene en cuenta parcialmente el curriculum vivido pero se ignora totalmente la influencia del curriculum oculto. Si el curriculum formal es totalmente contextualizado y se basa en un verdadero y profundo análisis de las diferentes realidades educativas, la coherencia entre los objetivos de éste y lo que se manifiesta en el curriculum oculto será mayor.
No se trata de suplantar o eliminar el curriculum oculto, esta tarea sería un despropósito, sino de comprender su influencia y manejarlo de manera que tribute a los objetivos deseados. Por supuesto, si se le brinda al profesor un curriculum flexible, adaptable a sus condiciones, se precisa cambiar viejas condiciones pedagógicas; para esto no son suficientes los cambios a nivel curricular, es necesario un arduo trabajo con el profesorado enfocado a:
- Elevar la preparación psicopedagógica del docente, generalmente el profesor universitario es un especialista en la materia del conocimiento científico que imparte pero carece de los fundamentos psicopedagógicos imprescindibles para enfrentar el proceso de enseñanza-aprendizaje desde una óptica diferente científica. La educación en valores demanda de conocimientos sobre la etapa evolutiva, las características de la formación de valores en la personalidad y el dominio de los métodos adecuados que potencien el desarrollo del valor.
- Cambio en el rol tradicional del profesor donde "(…) el educador no es sólo el que educa sino aquel que en tanto educa, es educado a través del diálogo con el educando." (Freire, 1993 en Colectivo de Autores, 1998). Esto indica que el profesor como persona debe adoptar una actitud flexible, de autoperfeccionamiento y crítica constante.
- Promover un profesor agente del cambio institucional, capaz de mover la inercia de los centros escolares hacia las normas de comportamiento y la escala de valores que se desea lograr en los estudiantes.
La inclusión de los valores en el curriculum y su puesta en práctica es un problema harto controvertido que apenas comienza con el cambio en la concepción curricular demandando profundas transformaciones en la institución universitaria y en el rol del profesorado.
Incluir la transversalidad en el curriculum implica su flexibilización, diversificación, cambios en la concepción de la evaluación y una mayor congruencia entre el curriculum formal, el vivido y el oculto. La transversalidad conlleva a una mayor integración entre la universidad y las diferentes instancias sociales, desde las organizaciones hasta la familia y al comunidad pasando por un plano macro, de manera que los contenidos escolares encuentren una imbricación cada vez mayor con la vida cotidiana extraescolar."
- Bourdieu, P. (1997) Capital cultural, escuela y espacio social. México: Editorial Siglo XXI.
- Colectivo de autores. (1998) Congreso Comunidad 98. La Habana: IMDEC.
- González Maura, V. (2000) La educación de valores en el curriculum universitario. Un enfoque psicopedagógico para su estudio. En: Rev. Cubana Educación Médica Superior v.14 n.1
- González Pacheco, O. (1994) Curriculum: diseño, práctica y evaluación. La Habana: CEPES.
- Lundgren, V. P. (1992) Teoría del curriculum y escolarización. Madrid: Ediciones Morata.
- Moreno, M. (1999) Valores transversales en el curriculum. En: Revista de Educación y Cultura. Sección 47. México.
- Ojalvo, V. y Viñas, G. (2006) La educación en valores en el contexto universitario. La Habana: Palcograf.
- Pérez, R. (1994) El curriculum y sus componentes. Hacia un modelo integrador. Barcelona: Oikos-Tou.
- Santos, M.A. (2002) Curriculum oculto y aprendizaje en valores. En: INET Temas 21. Málaga.